Tu luna suspiro demasiado temprano, y tú con tu reloj liado.
Nos levantamos demasiado tarde, con aquella cara pálida de
nariz chata mirándonos frente al cristal.
-¿Me harás la zancadilla por la escalera u será la pierna que
se lleve la cadena al saltarse?
-No, hoy no será nada de eso jugaremos a otra cosa, a eso de
ver cuánto aguantas en el suelo.
Llegue a la conclusión un viejo noviembre la cual el colchón
no era tan malo solo que le daba demasiadas vueltas al verlo aplastado solo por
un lado.
Todos se preguntan dónde se encontrara ella, como un fantasma
que sabe muy bien donde esconderse pero que siempre guarda un ojo.
Acaso fueron los perros los únicos en llevarse la angustia u
fueron los gatos felinos y oscuros. Ya no recuerdo si fue cuando el otoño se abría
paso u era turno de la primavera.
Volveremos a aquellos mensajes embotellados pues a veces es
lo único que piden las botellas de cristal vacías.
¿Campanas de san Clement u de Notre Dame?
Tiemblan los techos en sus habitaciones mientras que Piaf
canta a pleno pulmón en su cocina.
¿Te imaginas una bonita Marsellesa a pie de montaña u
incluso un Padam Padam.
Supongo que a veces muy frecuentemente me sigo dando
cabezazos con la pared, por tradición u maldición, costumbre u manía, por
placer u castigo, es lo mismo.
Yo la quería besar, ella quería morderme.
Excuse moi, no tengo otro remedio u otra manera de llámalo como quieras.
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